El caso de las medias de Nylon, fue un claro ejemplo de obsolescencia programada. En 1939, el gigante Du Pont, gracias a los trabajos de investigación de sus laboratiorios, fabricó las famosas medias de Nylon. Su lanzamiento fue revolucionario, pero al
ser tan fuertes no se rompían. Así fue, como Du Pont se dió cuenta de que tal avance frenaría todas las ventas y dió la orden a sus ingenieros de encontrar un material más
débil con el que fabricar las medias para que éstas se rompieran con más facilidad y de esta manera obligar a la gente a seguir comprando.
Tal circunstancia se citaría incluso años después en
la película de Guinnes El hombre de blanco y se refleja en la Muerte de un viajante de Miller.
El hombre blanco nos cuenta la obsesión de un científico por inventar una tela que dure
eternamente. Es de suponer, que
tal invento supondría toda una revolución para la industria textil, y
sus consecuencias llegarían a ser desastrosas, ya que acabaría con
muchísimos puestos de trabajo.