Buscando más información que me hiciera ver hasta que punto la gran empresa de la manzana, abusaba del término de obsolescencia programada, me he encontrado otro claro ejemplo curioso de comentar.
Seguro que muchos de vosotros tenéis Samsung que podéis cargar con cargadores de Nokia o viceversa, es tan simple con no hacer un conector especial. Pues bien, según he podido leer en diferentes páginas los móviles de la marca Apple tienen su propio cable y no conformes con esto, después de vender miles y miles de unidades de iPhone y iPod con el mismo cable, ahora han decidio cambiarlo por otro también propio ayudando a la práctica de generación de miles de toneladas de residuos.
El iPhone 5, no solo marca una ruptura frente a los modelos anteriores si no que han decidido modificar también el conector.
Al parecer, el cargador de este nuevo teléfono no es compatible con todos los accesorios que se hayan fabricado en fechas anteriores a este, y para poder utilizar cualquier otro elemento anterior, hay que comprar el adaptador que cuesta en torno a los 20$.
Y no contentos con todo esto, han incorporado al nuevo cable Lightning un chip para evitar que éste pudiera copiarse. Pero como era de esperar, "quién hace la ley, hace la trampa" y ya existen empresas que han conseguido hackear el chip del cable y venderlo a precios muchos más asequibles.
Un colectivo ambiental europeo que se hace llamar Amigos de la
Tierra, hizo un llamado a algunos Eurodiputados, con la intención de
poner fin a la aberración medio ambiental y social de estos fabricantes,
adoptando una ley que permita prolongar la garantía de 2 a 10 años para
los bienes de consumo e imponer a los productores llevar al mercado
artículos que sean reparables y permitir así, la comercialización de
repuestos que faciliten la reparación de los mismos, 10 años después de
la adquisición del bien. Hay que recordar que existen formas de consumir
bienes electrónicos mas responsablemente como por ejemplo dar una
segunda vida a los productos, reparar mejor que desechar, ayudar a los
técnicos que reparan estos aparatos y valorizar su “Saber Hacer”
promoviendo una economía útil socialmente, que preserve los empleos y el
medio ambiente.