Como ya se mencionó en el documental que os puse de TVE, la empresa puntera en nuevas tecnologías Apple ha sido una de las que más ha abusado de la definición de obsolescencia programada, ya sea limitando la vida útil de sus productos o mejorando en tiempo record pequeñas características de sus modelos para así crear una necesidad ficticia al consumidor.
Empecemos con el caso iPods.
La batería de los primeros iPods, según los hermanos Neistat, estaba limitada a una vida útil que oscilaba entre los 8 y los 12 meses. Una vez fallaba la batería, el propio servicio técnico te aconsejaba comprar uno nuevo. Este asunto llegó hasta los tribunales, donde la empresa se comprometió a asegurar dos años de vida en sus iPods y un departamento de recambios para aquellos modelos que no ofrecían posibilidad de cambio de batería.
Empecemos con el caso iPods.
La batería de los primeros iPods, según los hermanos Neistat, estaba limitada a una vida útil que oscilaba entre los 8 y los 12 meses. Una vez fallaba la batería, el propio servicio técnico te aconsejaba comprar uno nuevo. Este asunto llegó hasta los tribunales, donde la empresa se comprometió a asegurar dos años de vida en sus iPods y un departamento de recambios para aquellos modelos que no ofrecían posibilidad de cambio de batería.
Me parece curioso de comentar, un video de un chaval que rechazada un iPod, teniendo en cuenta la sociedad en la que vivimos, que el joven adolescente quiere lo mejor, lo más moderno, sin pararse a pensar en si al menos lo necesita.